A mediados de 2020, existían en Argentina 13.151.586 niños, niñas y adolescentes (grupo de personas hasta 17 años). El 57,1% era pobre y el 15,8% indigente, valores muy superiores a los del promedio general de la población.
- 4,6 millones de niños y niñas y 2,9 millones de adolescentes se encontraron bajo la línea de pobreza.
- Las tasas de pobreza e indigencia en hogares con niños, niñas y adolescentes triplicaron a las de los hogares sin ellos.
- El 40% de los hogares con personas ocupadas en donde viven personas menores de edad se encontró por debajo de la línea de pobreza. Esto implica que pese a contar con al menos un ingreso laboral, dicho ingreso no resultó suficiente para cubrir las necesidades básicas familiares.
- El 96,9% de los niños, niñas y adolescentes en edades de educación obligatoria (4 a 17 años) se encontraba escolarizado, asistiendo la mayoría a establecimientos de gestión estatal. Para el segmento no obligatorio ese porcentaje baja a 14,5%.
- La incidencia de la pobreza cae de modo abrupto si el/la jefe/a de hogar logra concluir sus estudios secundarios. Sin embargo, uno de cada seis hogares con jefe/a universitario/a se encontró por debajo de la línea de pobreza.
- Las acciones emprendidas por el Estado Nacional para atender a niños, niñas y adolescentes implicaron un esfuerzo presupuestario de 3,6% del PBI en el año 2020 y representaron el 12,7% del gasto total.
- Las políticas públicas destinadas a mejorar las condiciones generales de la población pero que tienen impacto también sobre este segmento, insumieron 2,4% adicional.
- Los esfuerzos estatales fueron insuficientes para mejorar sustancialmente las condiciones de vida de este grupo etario, resultando necesario profundizar la atención sobre él para garantizar su acceso a derechos básicos.