El ODS 12, uno de los Objetivos establecidos por Naciones Unidas a los que Argentina adhiere, busca garantizar modalidades de producción y consumo sostenibles.

El país adoptó tres de las once metas previstas por el programa de la ONU y la ausencia de definiciones metodológicas en torno al seguimiento de la reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos impide el análisis de factibilidad del objetivo trazado. Pero según una estimación preliminar con datos de 2015, por entonces en el país se perdían y desperdiciaban 16 millones de toneladas de alimentos en la cadena que va de la producción al consumo y el grueso de las pérdidas estuvo generado en las primeras etapas productivas.

Según el CEAMSE, el 41,5% de la basura metropolitana corresponde a alimentos, a veces sin consumir.  Otro dato revelador de las tareas pendientes para lograr objetivos en este terreno es que de los 7 millones de toneladas de residuos sólidos recolectadas durante el 2018 sólo se han reciclado 12.000 y compostado (transformado en humus) 4.300 aproximadamente, valores que representan un retroceso en relación con años anteriores.

El gasto directo vinculado al ODS 12 asciende a noviembre de 2019 a $790 millones y el gasto devengado resultó 9% superior al de 2018, fundamentalmente destinado al Programa de Políticas para el Aumento de la Producción Productividad de las Cadenas Agroindustriales (Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca). El indirecto, de $7.167 millones, está prioritariamente asociado a actividades de investigación del INTA.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 17, Alianzas para lograr los objetivos, busca promover sinergias entre los gobiernos y la sociedad civil, tanto en el ámbito nacional como internacional para facilitar el cumplimiento de propósitos enunciados en el programa concebido bajo el amparo de Naciones Unidas.

Argentina incorporó seis de las diecinueve metas establecidas por la ONU relativas a: tecnología, creación de capacidad asociaciones entre múltiples interesados y datos, vigilancia y rendición de cuentas.

Entre otras metas globales, esa adhesión compromete al país a tener datos confiables, proveer indicadores del desarrollo sostenible e incrementar el acceso de la población a tecnologías como Internet, con metas definitivas al 2030 y algunas otras previas. Por cuestiones metodológicas o carencia de datos base, ese seguimiento no siempre es factible de realizar en las condiciones requeridas.

El análisis general de los indicadores disponibles muestra, entre otros tantos puntos, que Argentina está a la espera de un nuevo Plan Estadístico Nacional, parte de un proyecto de ley para modernizar el sistema elaborado por el Indec; según un estudio oficial realizado en 2016 con apoyo de Unicef, hay un 3,8% de sub-registración de nacimientos y tampoco hay un registro preciso de la totalidad de defunciones; se identificó sub ejecución de las acciones relativas al Plan Nacional para la erradicación de la violencia de género en el ámbito del INAM.

El gasto directo previsto para 2019 sumó $3.280 millones (39% mayor al de 2018) y a noviembre su ejecución era del 110%.

En este tercer informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso sobre el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, a los que Argentina adhiere, se analizará el ODS 11, “Ciudades y Comunidades Sostenibles”, que incluye actividades como el acceso a la vivienda, a servicios básicos y al transporte y el manejo de la basura.

Del análisis presupuestario del ODS 11, se identifica que el gasto directo previsto para 2019 ascendió a $64.841 millones, esto es, un 27,2% mayor al del 2018, en términos nominales.

Su ejecución al mes de noviembre de 2019 presentaba un nivel de 148,5%, debido a la mayor ejecución relativa de los gastos de capital.

Evaluando los distintos programas, distribuidos en diferentes reparticiones oficiales, se observa una marcada concentración presupuestaria en los referidos al Transporte y Seguridad Vial, que incluyen los subsidios para contener los precios de los servicios públicos y la implementación de la tarifa social, renglones que demandaron en el año más de $26.000 millones. Otro rubro con importante asignación relativa de fondos es el de la mejora de la infraestructura ferroviaria. 

En el área referida a este ODS hay programas con ejecuciones en 2019 por encima del presupuesto inicial, como el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento y la autopista del Bicentenario.

Respecto a otras metas, hay ambiciosos objetivos pendientes, como que 12 millones de hogares en la próxima década tengan acceso a algún transporte público a menos de 300 metros. Del mismo modo que para cumplir con el propósito de tratamiento adecuado de residuos sólidos habría que disponer apropiadamente de 21.000 toneladas diarias.

Respecto a mejorar el acceso a viviendas, la meta se centra en aquel subconjunto que cumple las condiciones de habitar en viviendas deficitarias y, al mismo tiempo, poseer tenencia irregular, situación que restringe la población destinataria de la política habitacional.