Por una caída real en el gasto de la Administración Pública Nacional, fundamentalmente en jubilaciones y salarios públicos, y un incremento en las distintas categorías de ingresos mejoraron los resultados de las cuentas públicas y el déficit primario fue de $473.102 millones, lo que implica un 64,0% menos que el del año anterior.
- Los ingresos exhibieron una expansión real de 18,7% año contra año (a/a), destacándose el Aporte Solidario y Extraordinario ($144.402 millones) y el salto en los Derechos de Exportación (97,9% a/a).
- Los gastos primarios se contrajeron 7,3% a/a, debido mayormente a las variaciones negativas en las jubilaciones y pensiones (9,6% a/a) y los salarios públicos (5,0% a/a). En cambio, se registraron subas importantes en los gastos de capital (92,1% a/a) y en los subsidios energéticos (43,9% a/a).
- El nivel de gasto en programas sociales cayó en términos reales respecto al año pasado, pero fue 3 veces mayor al compararse respecto de igual período de 2019.
- El presupuesto inicial del ejercicio aumentó en $273.326 millones, cuyo destino prioritario fueron los programas sociales (REPRO II, PROGRESAR y PAMI, entre otros) y la adquisición y servicio de logística y distribución de las vacunas contra el COVID-19.
- Al mes de junio se ejecutaron alrededor de $177.336 millones para atender la crisis sanitaria, equivalente al 43,3% del crédito vigente ($409.604 millones).
- Al 30 de junio los gastos totales ascendieron a $4.209.857 millones, equivalentes al 48,6% del crédito presupuestario vigente, destacándose los salarios públicos que llegaron al 60,0%.