El proyecto de ley crea un Régimen de Incentivos a la Inversión destinado a estimular la producción de hidrocarburos líquidos y gaseosos en cuencas maduras de explotación convencional y persigue como objetivos centrales contribuir al abastecimiento energético del país, promover el desarrollo regional, generar empleo y mejorar el equilibrio de la balanza comercial. Para ello se prevé un esquema integral de incentivos fiscales, aduaneros y cambiarios, junto con un marco de estabilidad normativa que asegure previsibilidad a los inversores. Asimismo, incorpora un régimen laboral diferencial a consensuar entre sindicatos y cámaras empresariales, con el objeto de optimizar la eficiencia operativa en los yacimientos.
Por las características de las medidas planteadas, se estima que el proyecto no tiene impacto fiscal, aunque sí podría generar gasto tributario a partir de su implementación.